CAPÍTULO 1: EL INICIO Parte 2
La ventana daba a un estrecho mercado que se hacía en una
pequeña plaza coronada por una enorme fuente de piedra. Los puestos eran
llamativos y vendían todo tipo de cosas; desde ropa hasta cacerolas, y lo que más
sorprendió al protagonista fue que la gente en vez de comerciar con dinero comerciaba con comida.
Pero lo más sorprendente de todo lo que vio fue a la “gente”
si se podían llamar así. Eran humanos en casi toda su totalidad, pero en vez de
piernas tenían unos enormes muslos plumosos y unas patas, idénticas a las de
las aves. También tenían unos largos cuellos y de sus espaldas se erguían
pequeñas alas de un suave color beige.
Jack se sentó en la cama e intento organizar sus pensamientos:
cuando salía del colegio la “ventisca” se convirtió en un enorme torbellino que
lo único que absorbía eran cosas pequeñas, así que no sabía porque le había
absorbido… Luego el viento lo había impulsado hacía arriba como si de una pluma
se tratase y perdió el conocimiento.
Se levantó decidido e intento encontrar el baño. Cuando lo
encontró no sabía exactamente para qué serbia cada cosa. Sin saber que hacer
toquiteo unas cuantas manivelas y de un extraño tubo salió un agua cristalina
con olor a lilas. Espero a que la “bañera” (no estaba seguro de que lo fuera)
se llenara, se desnudó y se dio un baño caliente.
Cuando acabo se secó y se pudo unos ropajes que encontró
encima de la cama en la que había dormido. Parecía hecho a medida, porque le
quedaba fantásticamente. Cuando iba a
salir de la habitación se encontró con una carta debajo de la puerta. La cual
rezaba así:
“Querido Jack:
Esperamos que el viaje haya sido de tu agrado y que no hayas
sufrido ningún tipo de daño. Estas en Celestia, reino de los Celestes. Ya
sabemos que esto es muy confuso, pero te lo explicaremos cuando llegues.
En principios desayuna y luego un guardia te vendrá a
recoger.
Atentamente: el consejo de los reinos.”
¿Quién sería el consejo de los reinos? ¿En qué parte del
mundo se sitúa Celestia? Jack nunca había escuchado hablar de ella. Sin mucho
entusiasmo bajo por las escaleras de madera y cuando llego a la planta baja lo
que vio le dejo sin habla.
Estaba en una especie de comedor en el que un mogollón de
mesas de distintas formas llenaban la sala. Cada una de ellas estaba ocupada
por distintos y variopintos personajes: desde escamosos humanos hasta hombres
hechos de roca.
El chico decidió no mirar demasiado para no molestar a nadie
y se sentó en la única mesa que había libre. Un camarero le sirvió el desayuno
sin antes preguntar que quería y se fue sin pronunciar palabra.
Jack acabo el desayuno con ansia, tenía mucha hambre. Al
principio todo le parecía extraño, ya que la mayoría de los sabores eran
desconocidos para él, pero después de acostumbrarse al sabor dulzón de las
cosas le pareció todo una delicia.
Nada más acabar un guardia le dijo que le siguiera y sin
poder hacer nada por evitarlo le siguió. Cuando salieron del hostal (lo
descubriría más tarde) pudo apreciar muchas cosas más de las que podía haber
apreciado desde la ventana de la habitación.
Las calles eran estrechas y llenas de vida. En cada una de
ellas había barios comercios pequeños. También se dio cuenta de que las calles
estaban ambientadas en la Edad Media europea ya que había barias columnas de
distintas órdenes.
El guardia le guio por las pequeñas calles serpenteando y
perdiendo a Jack, ya que ya no sabía cuántas veces habían girado a cada lado o
cambiado de dirección. Para cuando llegaron Jack estaba exhausto, llevaban
horas caminando y sin parar en ningún momento. El chico se fijo en el edificio
que señalaba el guardia con la lanza.
Tenía la fachada de una catedral gótica, con un rosetón de
colores en medio y dos enormes torres a ambos lados de esta. La puerta que la
coronaba era gigante, hecha de una madera preciosa que con cada rayo de luz
brillaba misteriosamente.
El guardia llamo tres veces y un guardia regordete le abrió.
El interior de la “catedral” le dejo maravillado. El suelo era un contraste
entre distintos mármoles, haciendo un ajedrezado precioso. Las paredes de
piedra estaban llenas de grabados antiguos que narraba la historia del mundo y
de todas las historias que sucedían en el.
Del techo colgaban a distintas alturas, unas enormes arañas
doradas que iluminaban la sala creando un extraño ambiente tenebroso, como si
en cada sombra que creaban se escondieran horrores infinitos. Esparcidas por
todo el lugar se encontraban distintos escritorios los que unas personas de la
misma raza que las de la ciudad escriban a máquina cosas que Jack desconocía.
-Ven, sígueme.- le dijo el guardia al ver que se estaba
despistando por el decorado. El chico siguió su trayecto y subió por las escaleras
centrales que se erguía en medio del lugar.
Cuando llegaron al segundo piso el
protagonista observo asombrado como otra sala completamente distinta estaba
poblada de puertas, cada una de distinto color y tamaño.
En medio de la sala había siete columnas dispuestas en modo
de un círculo; encima de estas había una cúpula azul celeste. En medio había un
círculo azul que emitía distintos brillos blancos y plateados que la convertían
en un círculo luminoso.
El guardia abrió por la única puerta doble.
-A partir de ahora solo puedes pasar tú. Compórtate con
elegancia y se respetuoso.
Jack indeciso cruzo la puerta y se quedo maravillado por la
belleza y el esplendor de la sala.
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ResponderEliminar¡Muchas gracias por nominarme! Cuando vuelva de vacacioens hago la entrada correspondiente :D
ResponderEliminarHOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!
ResponderEliminarComo ya sabes te he nominado a un premio en mi blog así que corre y haz la entrada de una vez que si no se te olvidara.
TE QUIEROOOOOOO MUCHO, MADALEN <4
¡Hola, Mada! Sí, me has dado la tabarra e,e Sí ahora la hago... Pero puede ser la razón de que llege tarde.
Eliminarhola!! me parece increible tu blog y bueno yo tambien escribo por si te quieres pasar,te dejo la direccion
ResponderEliminarminionsfm.blogspot.com
besos!
Muchas gracias :D Ahora mismo me paso.
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