Hoy os traigo un relato exprés, algo cortito pero que dice mucho. Intentaré publicar más a menudo, pero hasta que acabe el curso no sé si tendré mucho tiempo. ¡Disfrutarlo!
RECUERDOS
Me acuerdo de la primera vez que fuimos a ver el mar. Era un
caluroso día de verano y el sol brillaba con todo su esplendor sobre el mar
azul. Las olas coronadas por espuma blanca rompían con delicadeza en la orilla,
como si tuvieran miedo de hacerle daño a la arena creando un relajante sonido.
Tu expresión era de asombro, parecía que te daba incluso
miedo pisar la arena. Y bueno, cuando entraste en el agua lo que me pude reír:
con cada ola dabas un saltito, como si pudieras saltarlas como si nada. Todo
era nuevo para ti, y con cada segundo que pasaba se te veía más y más feliz.
Después del baño jugamos con la arena, haciendo castillos de
todos los tamaños. Me acuerdo que te fascinó cómo se podían mantener en pie.
Luego te compramos un helado de chocolate, el cual disfrutaste muchísimo, lo devoraste
en un santiamén.
Fue un día magnífico, tengo que admitir que uno de los
mejores. Pero todo lo bueno tarde o temprano llega a su fin. Y creo que en este
caso ha llegado demasiado pronto.
No hay día en el que no maldiga la irresponsabilidad de
aquel taxista, ¿a quién se le ocurre conducir después de haber bebido? Le hemos
buscado por todas partes, de hecho la policía aún está en ello, pero parece que
ha desaparecido.
Es verdad que tendría que alegrarme, que no todo está
perdido, que puede que aún despiertes. Pero me siento tan impotente teniéndote
aquí, a mi lado durmiendo plácidamente, ajeno a todo lo que pasa a tu alrededor…
Aunque los médicos dicen que a pesar de estar en coma puedes escucharme. Pero
no sé si creérmelo del todo, como sea mentira debo de estar haciendo el idiota
hablando solo. Pero si me puedes oír… Quiero que sepas que te quiero, enano.
No sé si debería decírtelo, pero últimamente mamá y papá no
hacen más que discutir, están destrozados, te echan de menos. El pequeño de la casa
el otro día hizo galletas de chocolate, tus favoritas, con la esperanza de que
el olor atrajera a tu alma, aún vive en su mundo.
A pesar de todo te seguimos queriendo igual, ¿lo sabes, no? Tú
no dejes de intentarlo, sé que dentro de poco te tendremos de vuelta más
sonriente que nunca y con las canas de exprimir la vida al máximo de siempre.
Pobrecito, ay, la verdad cuando leí el título me esperaba un relato más alegre, no digo que no me guste, me encanta. Pero me esperaba otra cosa, ánimo con los estudios. Buen relato, nos vemos ^_^
ResponderEliminarJajajaja Muchísimas gracias. Pero... ¿Qué te esperabas? :$ ¿Algo más personal? Y gracias por lo de los estudios, de verdad :D
EliminarMe gusta mucho como escribes. Y me gusto el relato. Besos :*
ResponderEliminarMuchísisisisimas gracias <333 Me anima muchísimo este tipo de comentarios.
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