La aventura de Jack

Hola, hoy os traigo una parte de una historia que empecé el verano pasado y que se ha quedado estancada durante este curso. Como el capítulo era muy largo y lo máximo que me permito para un "relato corto" son dos páginas lo he dividido en dos partes de dos hojas. Que lo disfrutéis ;) La historia se llama la aventura de Jack.

CAPÍTULO 1: EL INICIO Parte 1

Según el parte meteorológico aquel iba a ser uno de los días con más viento de toda la historia de Estados Unidos. Era una especie de ventisca que se había formado repentinamente en un pequeño pueblo de Kansas. Ya llevaban dos días con la fuerte ventisca y cada vez iba aumentando hasta el punto de que si seguía así suspenderían el colegio hasta que amainara. Eran aproximadamente las seis de la tarde cuando Jack caminaba solitariamente por las calles del pueblo intentando llegar a casa lo antes posible.

Este, tenía un suave pelo castaño y ojos almendrados; era de pequeña estatura para tener su edad y caminaba rápidamente por el asfalto. El chico asustado había salido tarde de la escuela  porque el profesor tenía que hablar con él. Últimamente estaba atontado y no atendía a las clases, todo lo contrario a lo que hacía hasta hace poco. Se quedaba mirando a un punto fijo, se quedaba embobado, como si estuviera poseído…

En principios se creían que era algo pasajero, que era por la muerte de su padre todavía reciente puesto que había muerto hacía una semana. El pobre no había asistido a clase durante una semana y en vez de intentar recuperar las clases perdidas se quedaba en trance.

Nadie podía entender el porqué de sus actos excepto él, por eso le habían llevado al orientador de la escuela, que para nada había servido. Pero el chico parecía que lo había superado… Aunque sus actos mostraran lo contrario.

Ahora estaba solo en los patios, no hablaba con sus amigos, solo lo justo y necesario: hola, adiós y poco más. 

Jack intentaba llegar a casa a duras penas para merendar, se apretaba con fuerza el abrigo, pero no había manera, el frio penetraba en su cuerpo como si de un fantasma se tratase. Cuando doblo la esquina el viento se intensifico, arrastrándole hacia atrás.

-No… Tengo que llegar a casa, si no mama se preocupara…- murmuro para sus adentros.

Cuando llego al descampado que estaba en frente de su casa el viento se había intensificado tanto que el chico tenía que andar casi arrastras para que no le llevara. Cuando ya estaba casi en el patio delantero de su casa se intensifico de tal manera que le hecho hacia atrás y le hizo rodar por todo el claro, llenándole de barro y haciéndose varias magulladuras.

Agotado se intentó levantar a duras penas, pero para cuando intentaba seguir avanzando otra oleada de viento le hecho hacia atrás.

-Un poco más.- se animó.

Pero no le sirvió, puesto que antes de que su pierna tocara el suelo otra fuerte oleada de viento le impulso hacia atrás y le quito la mochila. Para cuando quiso darse cuenta estaba a más de trece metros de su casa y aun el viento le echaba hacia atrás.

De repente le pareció escuchar algo… Como un débil susurro. Indeciso se giró, pero esto le sirvió para salir despedido hacia atrás. Otra vez un débil susurro sonó es sus oídos “déjate. Déjate llevar…”

Con cada palabra el viento se fue intensificado, y Jack agotado no savia que hacer: si seguía hacia adelante se cansaría más y si se echaba hacia atrás se alejaría demasiado. Hizo caso a la lógica y decidió ir hacia atrás. Pero necesitaba avisar a su madre de que tardaría más. 

Saco el móvil e intento llamarla, pero antes de marcar la última tecla el móvil se le fue de las manos y salió despedido hacia atrás. El no tardo en sufrir la misma desdicha y caer de bruces contra el suelo.

Aterrado el chico se agarró a la farola más cercana y se giró para ver qué era lo que le impulsaba con tanta fuerza hacia atrás. Se arrepintió rápidamente de haberlo hecho. Un enorme tornado se acercaba lentamente desde el sur, arrastrando todo lo suelto que se encontraba… Pero no debía de ser muy fuerte porque las casas se mantenían intactas.

Jack intento salir corriendo hacia adelante para así poder escapar de las terribles garras del fenómeno. Pero fue una mala idea, ya que al soltarse el tornado lo absolvió rápidamente, como si fuera un débil papel.

El terror lo invadió e intento gritar, pero su grito no se escucho, tenía tanto miedo que se había quedado sin voz. No tardo en perder el conocimiento y dejarse llevar por el viento, sin saber que su destino iba a cambiar para siempre.

Se despertó sobresaltado. Estaba en una pequeña habitación, de ambientación rural por lo que al dormitorio respecta. Estaba tumbado en una cama y tapado por un colorido edredón. Rápidamente se levantó y se asomó a la ventana. El paisaje que vio le dejo alucinado.