domingo, 30 de junio de 2013

Tercer relato: Los juegos

Hace poco me he encontrado a mí mismo escribiendo sobre unos juegos del hambre cualquiera, es verdad que soy tributo y me encantan los juegos del hambre, pero es la primera vez que escribo sobre ellos así que no os extrañéis si está un poco mal echo.



LOS JUEGOS

Estamos en un terreno despejado e irregular, en una llanura de hierba alta exactamente. Según puedo deducir estamos elevados haciendo referencia a nuestro alrededor ya que podemos ver todo perfectamente.

Detrás de los tributos que tengo frente a mí solo veo una explanada todavía más grande de hierba alta con manchas azules que supongo que serán lagos. A mi izquierda hay un enorme rio rodeado por pequeños árboles. A mi derecha tengo otra explanada mucho menor en la que hay una enorme manada de lo que parecen búfalos. Detrás de mí solo tengo un acantilado.

Miro con detenimiento a mí alrededor. A mi izquierda tengo al tributo masculino del distrito dos y a mi derecha a la chica del ocho. El del dos es profesional así que tendré que tener cuidado con él.
En mi distrito no hay explanadas, son todo fábricas, carreteras y vías de tren así que no me las apañaré muy bien en la arena. No sé qué peligros me pueden aguardar en la hierba ya que puede esconder cualquier tipo de animal venenoso, pero me tendré que aguantar.

James, el tributo del 2 seguro que va a la cornucopia y la chica que no sé cómo se llama tiene pinta de querer escapar de allí ya que se ha girado y en vez de estar mirando a la cornucopia mira al rio. Quedan solo diez segundos y yo todavía no he conseguido idear una estrategia decente.

Si corro a la cornucopia moriré sí o sí y si me alejo no sobreviviré ni un día en esta arena así que me tengo que acercar aunque sea un poco para conseguir algo. Miro con admiración la mochila que tengo a quince metros delante de mí. Si contiene comida puede que aguante.

Tres segundos, me dispongo a salir corriendo hacia la mochila. Dos segundos, uno… Suena el gong y corro lo más rápido que puedo hacia delante sin preocuparme por nada más. Es entonces cuando el tributo del dos me agarra de una de las coletas y me tira hacia atrás.

-          -¿Qué tal? –me dice con una sonrisa malvada.
-          -¡Déjame! –le grito e intento huir corriendo, pero me agarra otra vez de la coleta y esta vez me eleva.

El chico sin hacer caso a mis gritos me eleva un poco más y me tira contra una de las plataformas. Me da tiempo a mirar un poco a mí alrededor: la mayoría de tributos han salido huyendo y unas siete personas luchan entre ellas en la cornucopia.

-          -No por favor –le suplico cuando se abalanza contra mí.

Me pega un puñetazo en la mandíbula y yo le araño la cara como puedo. Sin hacer caso a mis intentos por eludirme de él me pega una patada en el abdomen y me acurruco en el suelo.

-          -Por favor… -susurro.
          -Ahora no me vengas con lloriqueos niñata –me vuelve a coger de la coleta y sin poder aguantarlo le pego con el talón el sus parte íntimas.

Sorprendido me suelta durante un instante y yo aprovecho para salir corriendo hacia la explanada con los búfalos. El chico maldice y me sigue corriendo, tropiezo con un cadáver y caigo al suelo.

-          -¿Quieres matarla de una vez? – le grita el chico del cuatro que tiene bajo sus pies a la chica del doce.

Me levanto y sigo corriendo, pero me encuentro con la chica del dos intentando matar al Ilia, el chico de mi distrito que me  pide ayuda en cuanto me ve:


-          -Ayúdame por favor. –me pide antes de que le den en la cara con una maza y se le llene la cara de sangre.
-         - ¡Chole atrápala! –le grita James y la chica que sin dudarlo se gira y se tira encima mía.

Caemos al suelo y rodamos durante un breve instante, cuando paramos de rodar yo quedo arriba y le pego un puñetazo con todas mis fuerzas en la nariz. Suena un “crack” y le empieza a salir sangre de ella.

-          -Maldita niñata. – dice sujetándose la nariz con una de las dos manos e intentando parar la hemorragia.

Sin dudarlo ni un solo momento aprovecho la empujo hacia atrás. Cae contra una plataforma y se le cae la maza.

-          -¡¡Jameees!! –grita al ver como la cojo y antes de que pueda hablar más le pego con todas mis fuerzas en la tripa.

Horrorizada veo como le empieza a salir sangre de los agujeros y antes de que pueda arrepentirme suena un sonoro cañonazo, seguramente a su nombre.

De repente noto un fuerte dolor en el brazo y me lo miro, tengo un cuchillo clavado en él. Me giro gusto a tiempo para ver como James me lanza otro que esquivo a duras penas. Salgo corriendo pero ya es demasiado tarde. 

Me coge de la camiseta y me lanza contra la plataforma y me golpeo la cabeza. Noto como la sangre sale a borbotones del agujero. Suena un cañonazo que anuncia mi muerte.

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